Salsa de pimientos rojos

En primer lugar, pondremos en una pequeña sartén un buen chorreón de aceite de oliva. Cuando esté caliente vamos intercalando cada pimiento del piquillo para darle un marcado rápido. Así, su sabor se potenciará. Pasados unos minutos que estén algo cocinado pero no quemados, los pasaremos a un vaso batidor.

Después, picaremos los dientes de ajo y el pimiento rojo en dados pequeños y, además, rallaremos los tomates con un rallador de mano para sacarles toda la pulpa.

En la misma sartén donde hemos salteado los pimientos del piquillo, pondremos un poco de aceite de oliva, y añadiremos el ajo. Cuando este esté dorado, añadiremos el pimiento rojo y dejaremos que se pochen bien.

Cuando haya menguado de volumen, añadiremos el tomate y dejaremos cocinar hasta que el tomate haya reducido su agua. Incorporaremos la sal y la pizca de azúcar para contrarrestar la acidez del tomate.

Para terminar, pasaremos esto al vaso batidor y lo trituraremos todo junto con los pimientos del piquillos que hemos realizado antes. Si preferís podéis colar la salsa aunque a mí, particularmente, me gusta espesita.