Teléfono de juguete

Hoy en día casi todas las personas tienen un teléfono móvil. Incluso los niños, quienes desde pequeños se acostumbran a estar comunicados de manera permanente. A continuación te propondremos, sin embargo, volver a un tipo de comunicación más simple pero encantador, creando un teléfono de juguete.

Esta manualidad, en realidad, combina un aspecto lúdico con la ciencia. Utilizar dos vasos de plástico y una cuerda para fabricar el teléfono nos ayudará a enseñar a los niños cómo se propaga el sonido.

Podemos realizar el trabajo con dos vasos de plástico descartables. Lo mejor es que el plástico sea bastante rígido. Otra opción es utilizar envases vacíos de yogur. El primer paso es realizar un pequeño agujero en la superficie de los vasos.

A través de dicho agujero debemos introducir una cuerda. Con un cordel fino la transmisión del sonido tendrá mayor fidelidad (es decir, se escuchará más claro a través del teléfono de juguete). Haz un nudo en la cuerda de manera que no se caiga el vaso. Al realizar los dos nudos, ambos vasos quedarán unidos. La cuerda actuará como el cable del teléfono.


El resto, sólo es decoración. Puedes pintar con témperas los vasos y pegar purpurina en la cuerda. Incluso puedes dibujar el micrófono y el audífono en los vasos para un mayor realismo.

El único secreto para que el teléfono de juguete funcione es que la cuerda permanezca tensa. Al hablar dentro del vaso, la voz producirá un sonido que chocará contra el fondo del vaso y éste le transmitirá las vibraciones a la cuerda. Una vez que recorran toda la cuerda, las vibraciones llegarán al otro vaso, que transmitirá el sonido al aire y permitirá que el interlocutor escuche el mensaje.

Que recuerdos, jejeje, anda que no molaba eso, los juguetes hechos por uno mismo molaban más, jajaja, recuerdo una ametralladora más chachi que me hice con unas maderillas, no veas, parecía Rambo con ella, jajaja, lo malo que me la robaron unos gitanillos, jajajaja, que tiempos.