Ajenos
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

Lilith, relato de Vampiros

3 participantes

Ir abajo

chincheta Lilith, relato de Vampiros

Mensaje por paraca Lun 17 Sep 2012, 10:45

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

Siendo sincero, no me interesa lo que sienta la gente. Olvidé lo
que era sentir cuando apareció en mi vida. Olvidé lo que era vivir,
olvidé lo que era pensar.
Ni siquiera las veces que me le llevé a la cama a espaldas de mi esposa
sentí remordimiento, ella siempre estaba ahí. Esa mirada sin luz alguna
me hechiza, me seduce y me pone al descubierto mi lado mas oscuro de mi
alma. Me importa poco que la gente me vea en los brazos de otra mujer
que no es mi esposa, me importa poco que me califiquen de adúltero,
sinvergüenza o demás adjetivos que la sociedad pone a quien no le es
fiel a su conyugue.
Pero, ¿Cómo ser fiel ante tanta perfección?,¿Cómo conservar la castidad
de la fidelidad jurada en el altar ante semejante cuerpo de musa
griega?. No puedo, simplemente no puedo. El deseo es tan fuerte que me
arrastra hasta sus pies y me obliga a sucumbir ante sus labios rojos
como las llamas del infierno.
Se hace llamar Lilith, ya la conocía desde hace tiempo, y no solo eso,
me había estado siguiendo. Fue a mi boda, estoy seguro que ella estaba
sentada en una de las bancas centrales. Vestía un vestido negro de
encaje rojo, guantes mas arriba de los codos y su cabello caía
seductoramente bajo los hombros. Su escote pronunciado dejaba ver unos
senos perfectos, su piel nívea me atrajo tanto que no escuché los votos
de la bestia con la que me estaba casando. Hubiese preferido que ella
estuviera ahora dándome la mano en ese altar.
Durante la fiesta se me acercó, se presentó como Lilith y me invitó una
copa. Entre las risas y las bromas con respecto a los invitados y, por
supuesto, hacía mi “esposa” fui cayendo poco a poco en sus encantos. Su
voz seductora penetró en mis oídos y casi podía bailar ante las notas de
sus palabras. Jamás había visto una mujer como ella, me dijo que me
conocía por mis libros de terror publicados ya hacía tiempo atrás. Me
dijo que la fascinó la historia de “La Venganza”, siempre pensó que los
muertos se vengan de quienes tanto daño les hicieron en vida.
No diferenciamos mucho en cuanto a nuestra manera de pensar, pues a
ambos nos atrae lo oscuro y lo macabro. Jamás disfrute de la plática
sobre magia, aquelarres o satanismo con mi esposa. Ella, como buena
mocha, decía que esas cosas solo la alejan del Señor y de su Iglesia.
Pobre ilusa. Lilith era diferente, ella era una experta en todo lo que
tiene que ver con el esoterismo y oscurantismo. Gocé al hablar de ella
sobre los demonios que había y alabé que tuviera el nombre de una
demonesa muy poderosa, seductora y lasciva.
Sin mas ni más nos desaparecimos de la fiesta, nos fuimos al jardín mas
profundo del salón y por vez primera nos entregamos a la pasión. Sus
pechos perfectos me excitaron tanto que me olvidé de la luna de miel y
me fingí enfermo para solo estar con ella. Lilith tenía que ser mía
aunque fuese lo último que hiciera.
Los días pasaron, cada semana le visitaba en su departamento con la
excusa de que tenía que ver a un amigo que hacía muchos años que no le
veía, me salía de mi casa donde tenía que aguantar al bulto de carne de
mi esposa, para llegar a los brazos de mi amada, de mi musa, mi princesa
gótica y mi muñeca muerta viviente. Cada vez que entraba a su
departamento moría de ganas por hacerla mia, juegos eróticos con frutas
de la pasión despertaban a la bestia lasciva que había en mi corazón.
Oh Lilith, ojalá hubiera una manera de deshacerme de la puerca de mi
mujer y casarme contigo con todas las de la ley, no hay mujer mas
perfecta en el mundo que tu, ese maldito cerdo que me espera en mi casa
es un emplasto comparado contigo, un ente sin ninguna gracia que posees
tu mi amada Lilith.
Un día estando desnudos en su cama me propuso casarnos de una vez por todas, pues estaba harta de ser la segunda.
Te amo, y quiero pasar mi vida a tu lado. Me dijo al oído.
Lo se, yo también te amo. Solo hay un maldito obstáculo en mi vida.
Contesté lleno de rabia al llegar la imagen pútrida de mi mujer a mis
recuerdos.
¿Qué tal si nos deshacemos de ella?. Me dijo de pronto.
¿Cómo? Es imposible que me de el divorcio, ella no cree en eso.
No dije que te divorciaras..
La miré con una expresión de sorpresa en mi rostro, nunca me imaginé que
ella me dijera tal cosa. Pero con tal de que ese bodrio desapareciera,
haría cualquier cosa.
Es importante que me escuches. No le mataremos, eso sería un suicidio.
Pero a cambio de que te cases conmigo, haré que se quite de en medio
para siempre dijo Lilith con la maldad dibujada en sus ojos.
Te escucho, contesté….
Una semana después, durante la luna llena, llegué a casa después de un
día pesado de trabajo. Mi “esposa” me recibió con una sonrisa.
¿Qué tal tu dia amor? preguntó acercándose para darme un beso el cual esquivé por completo, evité aspirar su fétido aliento.
Déjame en paz le dije en tono venenoso y me dirigí a la habitación principal.
Durante la cena no le dirigí palabra alguna, solamente esperaba a que se
cumplieran las doce de la noche para que Lilith llegara y cumpliéramos
el plan que habíamos trazado una semana antes. Por fin quitaría a esta
perra de en medio y viviría feliz al lado de mi amada Lilith.
Cuando el reloj marcó las 11:30 dije que tenía sueño y me fui a mi
habitación, mi “esposa” se quedó en la sala leyendo su patético libro
sobre religión y como adorar a Dios. Que tontería.
Entré a la habitación y cerré la puerta con seguro, era hora de hacer mi
parte del plan para que mi amada musa lo concluyera. De una bolsa negra
que había escondido en una esquina del closet, dentro de hallaban
velas, cirios, rosas y una copa extraña de oro con símbolos igual de
raros bordado alrededor.
Acomodé todo en el tocador de el bodrio y puse la copa en medio de dos
cirios, saqué el último objeto que estaba dentro de la bolsa, un
cuchillo de obsidiana muy antiguo, Lilith me dijo que había estado en su
familia por años y que esa noche lo íbamos a utilizar.
Lo puse frente a la copa y acomodé los cirios en cada esquina de la
habitación y las velas en el suelo. Estaba tan absorto en mi trabajo que
me sobresalté al escuchar unos toquidos por la ventana de mi balcón,
era Lilith.
Abrí la puerta corrediza y ella entró, la imagen que tenía ante mi me
dejo extasiado: Lilith soltó su cabellera y le caía por debajo de los
hombros, vestía un vestido negro con encaje rojo y guantes negros, el
escote dejaba ver mas allá de lo que un hombre esta dispuesto a soportar
antes de caer en la tentación de la lujuria.
Es hora amado mio me dijo. –Enciende los cirios
Uno a uno encendí las gruesas velas que iluminaron la estancia
tenuemente, en eso estaba cuando apareció Lilith en la puerta llevando a
mi esposa de la mano.
¿Qué es todo esto Rafael? me dijo con tono asustado. ¿Quién es ella?
¡¡Silencio!! Lilith la abofeteo. El rostro de mi esposa se hinchó a
causa de los golpes recibidos. –Ésta es tu última noche con vida zorra
le dijo Lilith –Rafael y yo te queremos quitar de en medio, porque nos
amamos cerda
Los ojos de mi esposa se desorbitaron.
¡¡Ayúdame!! me gritaba. Pero yo permanecí inmóvil en mi sitio. Amaba
tanto a Lilith que estaba dispuesto a todo con tal de casarme con ella.
No me importo las súplicas de la cerda, simplemente quería que
terminara.
El cuchillo me dijo Lilith extendiendo su mano.
Tomé el arma y la puse en su palma. –Mátala la apure.
Con ojos cargados de odio, Lilith abrió las venas de mi esposa. Ella gritó, pataleó y suplicó.
¡Pronto, la copa! me dijo Lilith, le di la copa y ella la lleno con la sangre de mi esposa.
Esto es solo el principio dijo. Dejó la copa a un lado y me miró. Con
una sonrisa seductora me mostró sus blancos dientes, esa sonrisa que
cada arrebato me enloquecía ahora dibujaba un par de filosos colmillos.
Lilith lanzó una sonora carcajada y mordió el cuello de mi esposa.
Ella gritó mientras Lilith chupaba la sangre de la yugular, una que otra
gota traviesa escurría pero eso no parecía importarle. Succionó y
succionó hasta que se sació por completo y entonces dejó caer a lo que
ya era un cuerpo sin vida en el suelo.
Me miró, y a pesar de la sangre en su boca, me pareció mas bella que nunca.
Ven Rafael, Ven amado mío me dijo extendiendo su mano mientras con la
otra tomaba la copa. –Bebe esto, y cuando lo termines serás lo que yo
soy, verás lo que yo veo y sentirás lo que yo siento. Y entonces, solo
entonces, podremos estar juntos por siempre, como guardianes de las
tinieblas.
No lo dude ni un segundo, tomé la copa y bebí hasta la última gota de la
sangre de la puerca. Cuando se terminó sentí como si un rayo me
partiera en dos, un dolor que venia desde mi interior me hizo gritar, me
quemaba por dentro. Me retorcí de dolor en el piso mientras Lilith solo
me observaba. Pasaron varios minutos antes de que me recobrara.
Jadeando me puse de pie, ahora era otro, a pesar de ser de noche veía
mejor que en el día, mi cuerpo lo sentía mas resistente y mis oídos mas
agudos.
Ahora puedes caminar como uno de los míos Rafael. Ven, toma mi mano mi
amor y caminemos juntos por toda la eternidad dijo con una voz tan dulce
que no pude resistirme.
Tomé su mano enguantada y nos dirigimos a la ventana, ambos saltamos y desplegamos nuestras alas de criaturas de la noche.
Ahora viviría con ella por siempre…Mi Amada Lilith.

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
paraca
paraca
Admin


Volver arriba Ir abajo

chincheta Re: Lilith, relato de Vampiros

Mensaje por Lilith Lun 17 Sep 2012, 10:47

Muy bueno el relato..
Lilith
Lilith
Ajen@


Volver arriba Ir abajo

chincheta Re: Lilith, relato de Vampiros

Mensaje por Blood Lun 17 Sep 2012, 14:41

Mola
Blood
Blood
Ajen@


Volver arriba Ir abajo

chincheta Re: Lilith, relato de Vampiros

Mensaje por Contenido patrocinado


Contenido patrocinado


Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.