Ninfa ninfómana
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Ninfa ninfómana
Érase que se era una granja en el campo donde vivía un hombre, una mujer, y sus tres hijos. Un día la campesina se levantó de madrugada y, al mirar por la ventana, vio que la única vaca de la familia estaba muerta en el prado. Eso era un desastre: ¿de dónde iban a sacar leche ahora? La situación era tan desesperada que sin pensárselo dos veces fue y se ahorcó.
El campesino se despertó poco después y vio a su esposa ahorcada enfrente de la ventana y a la vaca muerta en el prado, y viendo lo desesperado de la situación, decidió que no quería seguir viviendo y se pego un tiro en la cabeza.
Entonces se levanto el hijo mayor, que vio que estaban muertos sus padres y la vaca, y decidió que no quería vivir mas, así que se fue al río pensando en tirarse al agua para ahogarse, pero ¡oh sorpresa!, he aquí que había una ninfa en la orilla del rio que le dijo:
- ¡Hola!, sé cual es la razón de tu angustia, y te voy a proponer un trato. Si me haces el amor cinco veces seguidas, entonces usaré mi magia para que la vaca y tus padres vuelvan a la vida. Pero si no consigues amarme cinco veces, entonces te tiraré al rio para que te ahogues, como era tu intención.
Claro, el chico procedió a hacerle el amor a la ninfa una vez, dos veces, tres veces, cuatro veces... ¡oh no, no fue capaz de hacerlo cinco veces! Y la ninfa cumplió con su palabra y le tiró al río, donde se ahogó.
Entonces se despertó el segundo hijo, que vio a sus padres y la vaca muertos y se fue al río a suicidarse, pero vio a la ninfa, que le dijo que resucitaría a sus padres, a su hermano, y a la vaca, si le hacía el amor diez veces; y si no, le tiraría al rio, dónde se ahogaría como eran sus planes. El chico accedió y tras echar nueve polvos no fue capaz de acabar con su parte del trato, así que la ninfa lo tiró al agua y se murió ahogado.
Y finalmente se levantó el hijo más pequeño, que vio a sus padres y la vaca muertos, y que sus hermanos mayores habían desaparecido. Así que no había nadie que pudiese cuidar de el, y por lo tanto se fue al río a suicidarse. Y entonces vio a la ninfa, que le dijo:
- He visto todo lo que ha ocurrido, y lo puedo arreglar todo gracias a mi magia; pero tendrás que hacerme el amor veinte veces, o te tiraré al rio para que te ahogues, como tenías planeado.
El chico contesta:
- ¿Eso es todo? ¿Veinte veces? ¿Por qué no treinta?
- Eh... bueno, si me haces el amor treinta veces entonces además te regalaré un toro para que tú vaca no este sola.
- ¡Ajá!... ¿y si te hago el amor cien veces?
- ¡Basta! Esto es absurdo!! Si me haces el amor 100 veces te haré un regalo fabuloso.
- Ya, ya... mucho prometer, pero vamos a ver, ¿quién me garantiza a mi que si te hago el amor 100 veces no te vas a morir, igual que me paso ayer con la vaca?
El campesino se despertó poco después y vio a su esposa ahorcada enfrente de la ventana y a la vaca muerta en el prado, y viendo lo desesperado de la situación, decidió que no quería seguir viviendo y se pego un tiro en la cabeza.
Entonces se levanto el hijo mayor, que vio que estaban muertos sus padres y la vaca, y decidió que no quería vivir mas, así que se fue al río pensando en tirarse al agua para ahogarse, pero ¡oh sorpresa!, he aquí que había una ninfa en la orilla del rio que le dijo:
- ¡Hola!, sé cual es la razón de tu angustia, y te voy a proponer un trato. Si me haces el amor cinco veces seguidas, entonces usaré mi magia para que la vaca y tus padres vuelvan a la vida. Pero si no consigues amarme cinco veces, entonces te tiraré al rio para que te ahogues, como era tu intención.
Claro, el chico procedió a hacerle el amor a la ninfa una vez, dos veces, tres veces, cuatro veces... ¡oh no, no fue capaz de hacerlo cinco veces! Y la ninfa cumplió con su palabra y le tiró al río, donde se ahogó.
Entonces se despertó el segundo hijo, que vio a sus padres y la vaca muertos y se fue al río a suicidarse, pero vio a la ninfa, que le dijo que resucitaría a sus padres, a su hermano, y a la vaca, si le hacía el amor diez veces; y si no, le tiraría al rio, dónde se ahogaría como eran sus planes. El chico accedió y tras echar nueve polvos no fue capaz de acabar con su parte del trato, así que la ninfa lo tiró al agua y se murió ahogado.
Y finalmente se levantó el hijo más pequeño, que vio a sus padres y la vaca muertos, y que sus hermanos mayores habían desaparecido. Así que no había nadie que pudiese cuidar de el, y por lo tanto se fue al río a suicidarse. Y entonces vio a la ninfa, que le dijo:
- He visto todo lo que ha ocurrido, y lo puedo arreglar todo gracias a mi magia; pero tendrás que hacerme el amor veinte veces, o te tiraré al rio para que te ahogues, como tenías planeado.
El chico contesta:
- ¿Eso es todo? ¿Veinte veces? ¿Por qué no treinta?
- Eh... bueno, si me haces el amor treinta veces entonces además te regalaré un toro para que tú vaca no este sola.
- ¡Ajá!... ¿y si te hago el amor cien veces?
- ¡Basta! Esto es absurdo!! Si me haces el amor 100 veces te haré un regalo fabuloso.
- Ya, ya... mucho prometer, pero vamos a ver, ¿quién me garantiza a mi que si te hago el amor 100 veces no te vas a morir, igual que me paso ayer con la vaca?
paraca
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