Confirman los beneficios del té verde frente al cáncer de próstata

Que el té verde es bueno para hacer frente al [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
es un aserto que se mantiene desde hace unos años, aunque todavía
falten las pruebas científicas definitivas. Estudios realizados en los
últimos años indican que el té verde podría ser beneficioso ante el
cáncer de hígado. Ahora se han encontrado pistas de su eficacia frente al cáncer de próstata.

Un estudio de la [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] (EE UU), dado a conocer en una reunión de la [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo], aporta nuevas pistas sobre cómo el té verde puede ayudar a prevenir o retardar el crecimiento del cáncer de próstata.

Seis tazas de té al día


Para la investigación se contó con 79 hombres que padecían cáncer de próstata y que estaban pendientes de someterse a una cirugía.
Una parte de ellos bebió seis tazas de té verde al día y la otra parte
solo agua. Lo hicieron en un periodo de entre 3 a 8 semanas, dependiendo
de la fecha de su operación. De los 79 hombres se obtuvo muestras de
orina y sangre y de tejido de la próstata, antes y después de la
cirugía.

Lo que observaron los científicos es que los hombres con cáncer de próstata que bebían té verde mostraban menos inflamación del tejido prostático, tejido que está relacionado con el crecimiento del cáncer, que aquellos que no tomaban té.

En concreto, los autores del estudio han sido capaces de mostrar cómo los polifenoles del té verde, sus antioxidantes, llegaban al tejido de la próstata y modificaban la inflamación de la próstata.

De los 67 hombres que terminaron el estudio, los niveles del antígeno específico de próstata (pueden indicar la presencia de cáncer de próstata) fueron más bajos en aquellos que habían bebido té verde.

Otro indicador de este tipo de cáncer, el de inflamación, también aparecía reducido en aquellos voluntarios que habían bebido en comparación con aquellos que no lo hicieron.

No obstante, los investigadores de la UCLA reconocen que no fueron capaces de inhibir el crecimiento del tumor en la próstata, que suele ser un cáncer de crecimiento lento.