Kiwi, fuente de vitalidad y belleza

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Esta es una fruta exótica originaria de China, aunque se popularizó en Nueva Zelanda, por lo que ahora es un símbolo de la isla.

Después se extendió al resto del mundo, sobre todo a lugares que tienen clima templado, pues allí se dan con mayor facilidad.

Características básicas

Los kiwis crecen en forma de racimos como las uvas. Tienen una forma ovalada y una cáscara marrón que está cubierta por una fina pelusa, la cual encierra en su interior una pulpa verde brillante que está ‘adornada’ por semillas negras comestibles.

El aroma es suave y su sabor dulce con un toque ácido, lo que la convierte en una fruta sin igual.

Lleno de nutrientes

El componente principal de este fruto es el agua y también tiene un alto contenido de fibra, lo cual ayuda a mejorar el tránsito intestinal.
Pero en realidad, el kiwi es famoso por las grandes cantidades de vitaminas que aporta a los consumidores.

Destaca su contenido en vitamina C (más del doble que una naranja) y vitaminas del grupo B, entre ellas el ácido fólico que colabora con la producción de glóbulos rojos y blancos para fortalecer las defensas.

Además, tiene magnesio que cuida los músculos y potasio, necesario para la transmisión y generación de los impulsos nerviosos y para la actividad muscular.

Beneficios

Gracias a la enorme cantidad de vitaminas y minerales que posee, es una fruta que le hace mucho bien a la salud.

Esto se debe a que ayuda a equilibrar el sistema nervioso y circulatorio, por lo que mejora su funcionamiento. También ayuda a la formación de huesos y dientes, a elaborar proteínas y a defender el cuerpo contra las enfermedades infecciosas como la gripe.

Además, regula el metabolismo porque actúa como un buen reconstituyente general, tonificador del cerebro y agente que evita la aparición de la anemia.