Naguales - Iniciación Chamanica
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Naguales - Iniciación Chamanica
"He aquí lo que debes seguir y compartir: solo tres consejos deseo encomendarte.
El primero es que procures ser amigo de Aquel que está en todas partes y en todos los cuerpos.
El segundo, que tengas paz con todos los seres.
El tercero, que no pierdas el tiempo que se te ha concedido en este mundo; ocúpate en lo bueno de día y de noche.
Haz en adelante lo que bien te parezca.
Toda persona que se atenga a su propia conciencia, allegará para sí lo excelente y conquistará la vida."
(Huehuetlahtolli, "antiguas palabras", texto tradicional nahuatl)
NAGUALES
LA FASCINANTE HISTORIA DE UNA INICIACIÓN CHAMANICA
El primero es que procures ser amigo de Aquel que está en todas partes y en todos los cuerpos.
El segundo, que tengas paz con todos los seres.
El tercero, que no pierdas el tiempo que se te ha concedido en este mundo; ocúpate en lo bueno de día y de noche.
Haz en adelante lo que bien te parezca.
Toda persona que se atenga a su propia conciencia, allegará para sí lo excelente y conquistará la vida."
(Huehuetlahtolli, "antiguas palabras", texto tradicional nahuatl)
NAGUALES
LA FASCINANTE HISTORIA DE UNA INICIACIÓN CHAMANICA
En las épocas y culturas más distantes se ha creído que algunos personajes que conocemos como brujos pueden poseer el cuerpo y alma de una fiera, gozando de sus atributos. De sus prácticas nos habla un antropólogo que en su infancia fue iniciado por los chamanes de Panamá.
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¿Quiénes son los naguales?
Los naguales son chamanes que tienen la facultad de convertirse en animales, poseyendo el cuerpo \ el espíritu de la fiera, y así, transformados en peligrosos felinos, aves o reptiles, pueden hacer un mayor daño a otro ser humano o acabar con su vida. Más que una posesión del cuerpo del animal, es una transformación mágica del chamán en esa bestia.
El poder del nagual vendrá dado por el animal escogido; así, los más fieros unirán sus vidas a las del puma, jaguar, lobo, oso, águila, caballo o serpientes asesinas; mientras que los más débiles lo harán con perros, gatos o pájaros.
Debemos tener en cuenta que todos los naguales son chamanes, pero no todos los chamanes son naguales, va que éstos no necesitan de la utilización de hongos alucinógenos, ni de cualquier tipo de droga, para transformarse. Lo hacen a voluntad.
Entre los indios de Meso-américa, el nagual o nahual es normalmente un animal que está vinculado en una relación de codependencia con un hombre determinado, de modo que. mientras estén unidos por un vínculo común, lo que le ocurra al animal repercutirá en el hombre y viceversa.
El poder de extraer el alma del cuerpo y alojarla en un animal es frecuentemente un privilegio especial del hechicero. Esto lo consigue el chamán entrando en un estado de trance y, seguidamente, transmitiendo su espíritu al animal elegido, apoderándose de su cuerpo y guiándolo a voluntad. Es interesante que tengamos en cuenta que la introducción del caballo en América, sobre todo en México, jugó un papel importante a la hora de que los españoles sometiesen más fácilmente a los nativos. El caballo de Cortés, que quedó inutilizado por una astilla en una de sus patas, recibía ramilletes de flores, que era la manera en que se adoraba a los dioses; también se le ofrecían carnes de aves como alimento, ya que creían que el caballo era un nagual muy importante. El animal más parecido que existía por esas tierras era el venado. A los españoles, en un principio, se les llamó «gastxchupa», que quería decir hombre-venado. Actualmente se les conoce como «gachupines».
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Ikerj
Re: Naguales - Iniciación Chamanica
La iniciación de un nagual
Está compuesta por varias etapas. En la primera de ellas, el iniciado tendrá que elegir el animal con el cual compartirá su destino. La elección dependerá de si el chamán accede a su condición por una de las tres vías posibles.
La más importante y rara es cuando alguien es designado por los espíritus; de ella saldrán los naguales más fuertes y poderosos. La segunda y más común es que acceda a través de la herencia o tradición familiar. La tercera es por el libre deseo del candidato y de su iniciador.
Si ha sido escogido por los espíritus, el iniciado podrá elegir el animal que desee. Para ello, primero tendrá que haber vencido a la muerte en varias ocasiones. Una condición necesaria, pero no suficiente, será la edad del designado. Ésta no podrá superar la adolescencia y normalmente se producirá a una edad más temprana.
Cuanto más poderoso sea el espíritu protector, más enfermo y al borde de la muerte habrá estado el iniciado. Éste necesitará de toda la ayuda de los chamanes existentes en la comunidad y, en ocasiones, vendrán de otras comarcas para ayudarle a neutralizar el mal. Así se reconoce que la enfermedad superada ha sido una prueba de valor para el futuro nagual y éste podrá más adelante ayudar a vencer la enfermedad a sus semejantes.
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A la búsqueda del conocimiento
Si es por herencia, al morir, el espíritu del chamán buscará de entre sus familiares, siempre del mismo sexo, al que mejor pueda seguir con la tradición. El elegido de pronto se sentirá enfermo; sufrirá graves trastornos y fiebres altas.
Algunas veces tendrá convulsiones, ataques epilépticos, y soportará situaciones repentinas de crisis nerviosas. El designado deberá entonces alejarse de la comunidad donde vivía y empezará una nueva forma de vida. Buscará el conocimiento en los lugares frecuentados por los espíritus, las cumbres elevadas y apartadas, las cavernas, los ríos y los desfiladeros.
Al principio del aprendizaje se abstendrá de mantener relaciones sexuales, de beber cualquier tipo de droga estimulante; ayunará y comerá sólo alimentos sin contenido de sal. Se construirá una casa cercana a la antigua del familiar que le eligió y se iniciará como nagual, escogiendo a uno de los animales con los cuales el antecesor se encontraba ligado.
Si es por la tercera vía, deberá conformarse con un animal débil e indefenso. Esta última modalidad casi no se da y deberá seguir un aprendizaje que le lleve a un estado de conciencia no habitual. Esto lo hará preferentemente a través del uso de plantas alucinógenas u otras drogas que le permitan modificar su estado de conciencia ordinaria. En muchas de las ocasiones, el neófito pagará con su vida el precio de querer entrar en una fiesta a la que no se le había invitado.
Está comprobado científicamente que un ayuno de varios días produce hipoglucemia y que una privación de líquidos provoca la deshidratación. El candidato será expuesto a altas temperaturas, para segundos después darle un baño de agua helada; a continuación se le someterá a una serie de torturas, tanto psíquicas como físicas.
Se le aislará, dejándole solo durante varios días, a merced de la maldad de los espíritus que el neófito ha atraído y que deberá vencer para poder continuar con el aprendizaje y si éste no está protegido por un chamán, es mejor que se abstenga de intentarlo.
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Ikerj
Re: Naguales - Iniciación Chamanica
El lenguaje de los animales
En la segunda etapa, el futuro chamán deberá aprender todo lo referente al animal elegido; sus costumbres, sus modos de comunicación, sus gritos, su reproducción, el lugar donde habita, cómo se mueve, lo que come, cómo se oculta y lo que caza. Todo esto le será enseñado por un maestro o por los propios espíritus que le eligieron.
Debemos tener en cuenta que, en nuestra cultura occidental, a los niños, en las escuelas, se les enseña la tabla de multiplicar, a leer, a obedecer, mientras que en las culturas llamadas primitivas se les inculca el deseo de vivir en libertad en la selva o en lugares alejados, buscando la supervivencia como principal objetivo.
Para ello deberán aprender cómo se vive en un entorno hostil. Es imprescindible, por tanto, que el iniciado aprenda el lenguaje de otros animales, sobre todo el de los pájaros y el de los reptiles, debido a que así podrá conocer mejor la naturaleza donde éstos viven.
Deberá comer desde carne de serpiente a hongos alucinógenos, pasando por fumar todo tipo de tabacos, con el objeto de abrir la mente a otro tipo de realidades, sin olvidar alimentarse de las «chacmool zinic», llamadas hormigas jaguares, porque al comerlas se adquiere la valentía del jaguar, que hace presa en cualquier animal; el dios jaguar, Tepeyóllotl, es el símbolo de mando y del poder en la mitología maya. Al dominar estos lenguajes, el aprendiz podrá comunicarse con los espíritus del más allá, además de trasladarse por el aire a regiones recónditas.
Cuando se supera esta etapa, el discípulo se habrá convertido en tonalista. El sacerdote, en el nagualismo, se transforma, transfigura o metamorfosea en otro ser, pierde la forma humana y adopta una forma animal; en el tonalismo el animal y el individuo coexisten separadamente -vidas paralelas-y sólo están unidos por un destino común.
Algunos de los tonalistas a los que he conocido son unos grandes lectores de las mentes de sus congéneres, ya que hemos podido comunicarnos enviándonos imágenes y casi sin decirnos palabra nos hemos podido entender.
Estos hombres, gracias a su contacto con la naturaleza, a sus viajes, a su lucha continua contra la muerte, han logrado desarrollar un sexto sentido que les permite leer la mente de su interlocutor, ya sea humano o animal, como un libro abierto a pesar de la diferencia de lenguaje, y así pueden apreciar, como si viesen una película, el pasado, presente y futuro del que observan.
Es por tanto un individuo que puede y debe adaptarse a situaciones cambiantes y de crisis, para así poder ayudar a los miembros de su comunidad a salir adelante y a avanzar en la vida.
En la tercera etapa, en un día de luna llena, el tonalista perseguirá a un ejemplar macho adulto del animal escogido y lo matará con un cuchillo o lanza, sin dejarle sufrir demasiado. Deberá sacarle el corazón y comérselo mientras esté caliente y seguidamente le cortará los órganos genitales, los cuales comerá, sin dejar caer parte alguna.
Posteriormente le sacará los ojos y también se los comerá, para después quitarle la piel y beber su sangre. Con partes del pelo hará cuerdas donde colgará sus colmillos y garras. Con mucho cuidado, siguiendo el rito del dios Xipe, desollará el cuerpo, que le servirá de piel en las sucesivas transformaciones.
Al finalizar, enterrará los restos del cadáver en un lugar sagrado, preferentemente en una colina, la cual tapará con piedras, dando a entender que el cuerpo que allí se encuentra perteneció a un ser humano. Inmediatamente, cogerá la piel desollada y buscará un lugar cercano a un río donde esconderse. Allí se desnudará, se lavará y curará sus heridas, para seguidamente cubrir todo su cuerpo con lodo, dejándolo secar, para así protegerse de posibles picaduras de insectos y alimañas.
Tornará entonces la piel del animal y, sin lavarla, la pondrá encima de su cuerpo. En ese momento se convertirá en nagual. Durante tres días y tres noches se abstendrá de comer y de beber, permaneciendo escondido, preferentemente en una cueva.
Cuanto mas rapida sea la muerte de la fiera, mas larga será la vida del nagual. El comerse el corazón, cuando todavía late, significa que el chamán absorberá toda la energía y conocimiento concentrado en el órgano más importante de la fiera. El comerse los órganos genitales implica que su descendencia también podrá acceder al chamanismo posteriormente, ya que ambos genes estarán unidos. La ingestión de los ojos le proporcionará una visión mayor, sobre todo en la oscuridad. El llevar colgados los colmillos y garras del animal le transmitirá un valor importante. El beber la sangre quiere decir que el chamán mezclará la suya con la del animal, haciendo una sola. Al quitarle la piel y ponérsela como si fuese la suya, el humano sentirá, oirá, vivirá, verá, degustará y olfateará como si fuese ya el animal.
La piel del jaguar, extendida, simboliza la noche estrellada; por eso podrá cazar, matar o aumentarse de noche y de día. Esto le dará al nagual un gran poder dentro de su grupo, ya que el jaguar es uno de los dioses de la guerra, lo que le brindará una gran protección contra sus enemigos.
En la segunda etapa, el futuro chamán deberá aprender todo lo referente al animal elegido; sus costumbres, sus modos de comunicación, sus gritos, su reproducción, el lugar donde habita, cómo se mueve, lo que come, cómo se oculta y lo que caza. Todo esto le será enseñado por un maestro o por los propios espíritus que le eligieron.
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Debemos tener en cuenta que, en nuestra cultura occidental, a los niños, en las escuelas, se les enseña la tabla de multiplicar, a leer, a obedecer, mientras que en las culturas llamadas primitivas se les inculca el deseo de vivir en libertad en la selva o en lugares alejados, buscando la supervivencia como principal objetivo.
Para ello deberán aprender cómo se vive en un entorno hostil. Es imprescindible, por tanto, que el iniciado aprenda el lenguaje de otros animales, sobre todo el de los pájaros y el de los reptiles, debido a que así podrá conocer mejor la naturaleza donde éstos viven.
Deberá comer desde carne de serpiente a hongos alucinógenos, pasando por fumar todo tipo de tabacos, con el objeto de abrir la mente a otro tipo de realidades, sin olvidar alimentarse de las «chacmool zinic», llamadas hormigas jaguares, porque al comerlas se adquiere la valentía del jaguar, que hace presa en cualquier animal; el dios jaguar, Tepeyóllotl, es el símbolo de mando y del poder en la mitología maya. Al dominar estos lenguajes, el aprendiz podrá comunicarse con los espíritus del más allá, además de trasladarse por el aire a regiones recónditas.
Cuando se supera esta etapa, el discípulo se habrá convertido en tonalista. El sacerdote, en el nagualismo, se transforma, transfigura o metamorfosea en otro ser, pierde la forma humana y adopta una forma animal; en el tonalismo el animal y el individuo coexisten separadamente -vidas paralelas-y sólo están unidos por un destino común.
Algunos de los tonalistas a los que he conocido son unos grandes lectores de las mentes de sus congéneres, ya que hemos podido comunicarnos enviándonos imágenes y casi sin decirnos palabra nos hemos podido entender.
Estos hombres, gracias a su contacto con la naturaleza, a sus viajes, a su lucha continua contra la muerte, han logrado desarrollar un sexto sentido que les permite leer la mente de su interlocutor, ya sea humano o animal, como un libro abierto a pesar de la diferencia de lenguaje, y así pueden apreciar, como si viesen una película, el pasado, presente y futuro del que observan.
Es por tanto un individuo que puede y debe adaptarse a situaciones cambiantes y de crisis, para así poder ayudar a los miembros de su comunidad a salir adelante y a avanzar en la vida.
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En la tercera etapa, en un día de luna llena, el tonalista perseguirá a un ejemplar macho adulto del animal escogido y lo matará con un cuchillo o lanza, sin dejarle sufrir demasiado. Deberá sacarle el corazón y comérselo mientras esté caliente y seguidamente le cortará los órganos genitales, los cuales comerá, sin dejar caer parte alguna.
Posteriormente le sacará los ojos y también se los comerá, para después quitarle la piel y beber su sangre. Con partes del pelo hará cuerdas donde colgará sus colmillos y garras. Con mucho cuidado, siguiendo el rito del dios Xipe, desollará el cuerpo, que le servirá de piel en las sucesivas transformaciones.
Al finalizar, enterrará los restos del cadáver en un lugar sagrado, preferentemente en una colina, la cual tapará con piedras, dando a entender que el cuerpo que allí se encuentra perteneció a un ser humano. Inmediatamente, cogerá la piel desollada y buscará un lugar cercano a un río donde esconderse. Allí se desnudará, se lavará y curará sus heridas, para seguidamente cubrir todo su cuerpo con lodo, dejándolo secar, para así protegerse de posibles picaduras de insectos y alimañas.
Tornará entonces la piel del animal y, sin lavarla, la pondrá encima de su cuerpo. En ese momento se convertirá en nagual. Durante tres días y tres noches se abstendrá de comer y de beber, permaneciendo escondido, preferentemente en una cueva.
Cuanto mas rapida sea la muerte de la fiera, mas larga será la vida del nagual. El comerse el corazón, cuando todavía late, significa que el chamán absorberá toda la energía y conocimiento concentrado en el órgano más importante de la fiera. El comerse los órganos genitales implica que su descendencia también podrá acceder al chamanismo posteriormente, ya que ambos genes estarán unidos. La ingestión de los ojos le proporcionará una visión mayor, sobre todo en la oscuridad. El llevar colgados los colmillos y garras del animal le transmitirá un valor importante. El beber la sangre quiere decir que el chamán mezclará la suya con la del animal, haciendo una sola. Al quitarle la piel y ponérsela como si fuese la suya, el humano sentirá, oirá, vivirá, verá, degustará y olfateará como si fuese ya el animal.
La piel del jaguar, extendida, simboliza la noche estrellada; por eso podrá cazar, matar o aumentarse de noche y de día. Esto le dará al nagual un gran poder dentro de su grupo, ya que el jaguar es uno de los dioses de la guerra, lo que le brindará una gran protección contra sus enemigos.
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Ikerj
Re: Naguales - Iniciación Chamanica
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Los diableros
En la cuarta y última fase, se le enseña al iniciado a desplazarse por las tres zonas cósmicas: el infierno, la tierra y el cielo, lo que significa que podrá moverse con total libertad en el mundo de los muertos y de los espíritus.
Es importante tener en cuenta que el verdadero nagualista puede cambiar de animal a voluntad. En ciertas ocasiones será un águila, en otras un caballo, un jaguar o el animal que desee. La muerte del animal solo acabará con la vida del nagual cuando ambos estén en ese momento ligados.
En algunas zonas de México, a un determinado tipo de nagualistas se les llama diableros. Son hechiceros que se convierten en animales, con el único fin de acabar con la vida de sus enemigos o de los que les indican aquéllos que les han contratado. Cuando alguien quiere vengarse de otra persona, va en busca del diablero y le vende el alma, o le paga en dinero o en forma de especies, como precio por matar o hacerle daño a la persona objeto del hechizo.
También es creencia popular que los hechiceros pueden convertir a un hombre en animal y así poder acabar mejor con la vida de la víctima, sin dejar rastro. Entre sus tareas está la de proteger a su poblado de las plagas, malas cosechas, sequías y diversos males enviados por los enemigos.
Muchas de las culturas llamadas «primitivas», atribuyen enfermedades, males y desgracias a la intervención de espíritus o seres «superiores», que -para así poder sacar provecho de lo ajeno- pueden actuar directamente de dos maneras: robando las almas de los individuos débiles, que se convierten en desposeídos, o introduciendo en el organismo de una persona viva un elemento perturbador.
Esto suele realizarse cuando el afectado está dormido o debilitado; en todo caso, ha de ignorar lo que le pasa. La enfermedad, el mal de ojo o la muerte pueden también ser provocados por la acción de malos espíritus o de chamanes enemigos.
Pero a estos espíritus del mal se les puede combatir con la misma medicina.
Contratando a un diablero para que proteja sus vidas, sus cosechas y sus animales. De esta manera, los diableros son temidos, aceptados y venerados. Sus continuas luchas por el poder terminan siendo cruentas batallas donde sólo sobrevive el más fuerte.
Éste le quitará la piel al perdedor y se la pondrá encima, como hizo cuando se inició en nagualismo con el animal elegido.
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A la búsqueda del conocimiento
Lo que distingue al nagual del resto de los humanos es fundamentalmente el profundo conocimiento que posee sobre los animales, las leyes de la naturaleza, los seres humanos y, sobre todo, una sensibilidad y un sentido de la observación fuera de lo común.
Tiene como misión la de mantener el equilibrio cósmico, social y cultural, y restablecerlo cuando ha sido perturbado. Puede ser un líder religioso, social, político, espiritual, para lo cual tiene que ser un individuo inteligente y responsable, un ser humano que sabe lo que hace y el porqué lo hace. Por tanto, la idea extendida en Occidente sobre enfermedades mentales que convierten a alguien en chamán es errónea, ya que suelen ser los individuos más inteligentes y preparados de la comunidad.
Eso no quiere decir que en algunas sociedades, psicópatas y esquizofrénicos hayan podido ser reconocidos como chamanes, aunque son excepciones. Se les suele considerar como seres extraños, difíciles de comprender. En ciertas ocasiones se nos presentan como personas iguales a nosotros y a los pocos minutos se han transformado en seres enigmáticos, atrevidos y osados.
Viven en un mundo que está entre la frontera de la vida, la de todos los días, y el mundo sobrenatural. Diversos estudios antropológicos demuestran que son los mejores cazadores, agricultores, pescadores, artistas y líderes sociales de las comunidades en las que viven.
Son personas inteligentes y equilibradas, especialistas tanto en lo sagrado, como en las artes y en las técnicas tradicionales, capaces de adelantarse y adaptarse a los cambios sociales y culturales. Su poder se concentra en sus experiencias extáticas, como en sus conocimientos teóricos, prácticos, técnicos y culturales. Tienen que tener una preparación y unos conocimientos que les han sido transmitidos de generación en generación y que ellos, a su vez, depositarán en el discípulo en el momento oportuno, permitiendo así que se mantenga viva la llama de esta ancestral sabiduría.
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Ikerj
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