Fallece Adolfo Suárez, el primer presidente de la democracia española

El que fuera primer presidente de la transición democrática española y uno de sus principales artífices Adolfo Suárez falleció el domingo a los 81 años a causa de una enfermedad neurológica que padecía desde hace más de una década, según anunció el portavoz de la familia. Suárez, responsable de pilotar uno de los períodos más turbulentos de la política española tras la muerte de Francisco Franco en 1975, había sufrido un empeoramiento de su salud en los últimos días. El 17 de marzo fue ingresado a causa de una neumonía y su hijo Adolfo Suárez Illana anunció el viernes entre lágrimas que el desenlace de su padre era "inminente".
"Vengo a comunicaros por expreso deseo de la familia que don Adolfo Suárez González ha fallecido", dijo el portavoz de la familia, Fermín Urbiola, a los periodistas que aguardaban novedades sobre la salud del expresidente ante la clínica Cemtro de Madrid.
Suárez - doctor en derecho - fue elegido en 1976 por el rey Juan Carlos I para presidir el Gobierno que convocaría las primeras elecciones democráticas en España en casi 50 años, y de cuyo Parlamento salió la Constitución española de 1978, una de las más longevas de la historia del país.

El estado mental y físico de Suárez se había ido deteriorando lentamente en la última década, en la que dejó de recordar que llegó a ser presidente.
La doctora que le atendió durante su enfermedad, Isabel de la Azuela, dijo que el fallecimiento se debió a la evolución natural del Alzheimer y añadió que ha permanecido sereno, rodeado de su familia y con muy buena calidad de vida hasta el final de sus días.
"Mi dolor es grande", dijo el rey Juan Carlos en una declaración institucional emitida por televisión tras conocerse la noticia del fallecimiento de Suárez, a quien definió como un "amigo leal" y un "colaborador excepcional".
"El dolor no es obstáculo para recordar y valorar uno de los capítulos más brillantes de la historia de España, la Transición que protagonizada por el pueblo español impulsamos Adolfo y yo junto con un excepcional grupo de personas de diferentes ideologías unidos por una gran generosidad y un alto sentido del patriotismo", agregó.
El monarca, vestido con traje y corbata negros y ante una foto en la que aparecían ambos definió a Suárez como "un hombre de Estado", que puso el interés del conjunto de la nación española "por encima de intereses personales y de partido".
A ambos se les reconoce su papel para llamar a la calma al país tras el intento de golpe de estado del 23 de febrero de 1981, en el que el entonces teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero irrumpió disparando en el Congreso de los Diputados.
Suárez, que había ocupado varios cargos durante el régimen de Franco, ganó las primeras elecciones democráticas en España en 1977 al frente de la Unión de Centro Democrático (UCD), un partido fundado por él. Meses antes de los comicios legalizó el Partido Comunista (PCE), una de sus decisiones más valientes.
CAPACIDAD DE CONSENSO
Nacido en Cebreros (Ávila) en 1932, se le admira como un hombre de consenso capaz de lidiar con todas las fuerzas políticas tras 40 años de dictadura.
"Su capacidad para forjar consensos logró superar divisiones y unir a los españoles en una gran causa común: la de la libertad, el bienestar y el desarrollo de la sociedad en su conjunto", dijo el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en una declaración institucional en el Palacio de la Moncloa.
"El mejor homenaje que podemos hacer a Adolfo Suárez todos los españoles, y yo mismo como presidente del Gobierno, es esforzarnos por seguir el camino que él mismo nos marcó, el camino del entendimiento, la concordia y la solidaridad", agregó Rajoy, que anunció que el lunes se declararán tres días de luto oficial.
En la memoria colectiva, el recuerdo de los cuatro años y medio en los que Suárez dirigió el destino de una España convulsa se ha ido agrandando con el tiempo.
"Cuando se le preguntó si era bueno que los exfranquistas tuvieran un papel tan destacado en la transición, él solía decir 'Nunca he preguntado a nadie de dónde venía, sólo a dónde quería ir'", dijo a Reuters Charles Powell, historiador y biógrafo de Suárez, a quien entrevistó en varias ocasiones.
"Fue un hombre que sorprendió a todos. Venía del antiguo régimen pero tenía clara la visión de ir hacia la democracia", dijo el socialista Alfonso Guerra, quien fuera uno de los críticos más duros a Suárez cuando este era presidente.
Suárez, padre de cinco hijos, había permanecido alejado de la vida pública en la última década. En 2001 falleció su mujer, Amparo y en 2004 lo hizo su hija Mariam, ambas de cáncer.
El expresidente, que trató de formar otro partido aunque sin éxito, se retiró de la política en 1991.

Un hombre de su tiempo
Adolfo Suárez ha pasado a la historia como el primer presidente democrático de España después de la dictadura de Franco pero hay quienes afirman que su legado se extiende más allá y no dudan en calificarlo como uno de los políticos españoles más relevantes del siglo XX. Este hombre supo estrechar lazos con la Corona, ganarse la admiración del pueblo y aunar posturas políticas contrapuestas en un periodo particularmente complicado. Cómo se forjó el político
Adolfo Suárez creció en Ávila, rodeado de cuatro hermanos. Pasó por varios colegios pero nunca fue un buen estudiante porque prefería el deporte, los juegos y las fiestas; una afición que probablemente heredó de su padre, con el cual no mantuvo buenas relaciones.


Se graduó en Derecho en la Universidad de Salamanca, a inicios de 1955, y casi inmediatamente tuvo que hacerse cargo de la familia ya que su padre los abandonó. Entonces entró en el mundo de la política, de la mano de Fernando Herrero Tejedor, con el Movimiento Nacional.

Mientras aprendía los entresijos de la profesión, obtuvo el título de Doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y fungió como procurador en Cortes por Ávila y gobernador civil de Segovia. Más tarde se encargaría de dirigir RTVE. No obstante, en 1975 el destino le tenía preparada una sorpresa fundamental para su carrera política: lo nombraron Ministro-Secretario General del Movimiento Nacional.
Un periodo convulso
Aunque gran parte del pueblo español aún no conocía a Adolfo Suárez, su trayectoria política lo puso en el punto de mira del Rey, quien le encargó desmontar las antiguas estructuras franquistas. Los sectores más conservadores pensaron que era demasiado joven e inexperto pero al ser nombrado presidente del Gobierno, trabajó para hacer confluir diferentes tendencias políticas e impulsó una reforma que le granjearía la simpatía de muchos y la antipatía de otros: la legalización de los partidos de izquierda. Fueron 11 meses difíciles marcados por la oposición de los franquistas, la presión de ETA y la violencia de los GRAPO.


El 15 de junio de 1977 se celebraron las elecciones generales libres en España y Adolfo Suárez, al frente del partido de coalición Unión de Centro Democrático, se proclamó vencedor. En este momento comenzó una etapa de intenso trabajo que dio varios frutos: la aprobación de los estatutos de preautonomía del País Vasco, Cataluña y Galicia, la imposición del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, la aprobación de la Constitución democrática, la modificación de las restricciones a la libertad de prensa, el derecho a la asociación sindical y diferentes medidas de control financiero y saneamiento del déficit público.
El Rey y Adolfo Suárez tras recibir el Toisón de Oro. EFE/Archivo

Dos golpes de Estado frustrados en apenas tres años
Más tarde, en marzo de 1979, Adolfo Suárez volvería a repetir la victoria electoral pero para ese entonces sus relaciones con la Corona se habían deteriorado y el partido comunista había dejado de apoyarle por lo que dimitió en 1981 afirmando: “Hay encrucijadas en nuestra vida personal y en la historia de los pueblos en las que uno debe preguntarse, serena y objetivamente, si presta un mejor servicio a la colectividad permanecido en su puesto o renunciando a él”.
Aunque ya había dimitido, Adolfo Suárez vivió en carne propia los hechos del 23-F. Muchos recordarán que cuando dieron la orden de tirarse al suelo y sonaron los disparos, hubo tres personas que permanecieron en sus escaños: Adolfo Suárez, Gutiérrez Mellado y Santiago Carrillo. Más tarde, en un salón del Congreso de los Diputados, se enfrentó a Tejero para pedirle explicaciones.
Sin embargo, como la historia suele tener varias versiones, también hay quienes le achacan una cuota de responsabilidad ya que consideran que su débil reacción ante los golpistas de la “Operación Galaxia”, en noviembre de 1978, los instó de cierta forma a repetir el golpe. De hecho, es probable que Adolfo Suárez hubiese cometido un error de percepción que le impidió ver las señales de descontento del ejército.
La tragedia llama a la casa familiar
Adolfo Suárez siempre tuvo fama de Casanova pero la mujer de su vida sería Amparo Illana Elórtegui, con quien se casó el 15 de julio de 1961 y tuvo sus cinco hijos. Durante su estancia en la Moncloa tuvo que relegar a su familia a un segundo plano pero en 1991 no dudó en retirarse del Centro Democrático Social, el partido que él mismo había fundado, para dedicarse por entero a su esposa, a la cual le habían detectado un cáncer de mama.
Durante los siete años que estuvieron luchando contra la enfermedad, Adolfo Suárez prácticamente no se separó de su lado por lo que su pérdida fue un golpe devastador. Tres años más tarde el cáncer volvería a tocar a su puerta para llevarse a una de sus hijas. Después de tantas tragedias, la salud de Adolfo Suárez se había resentido bastante y en 2005 su hijo daba a conocer que sufría una enfermedad neurodegenerativa que había borrado muchos de sus recuerdos.Adolfo Suárez vota en las elecciones de 1979. EFE/Archivo
Adolfo Suárez hoy
Cuando el rey supo de su enfermedad, le visitó inmediatamente. Fue un encuentro muy conmovedor porque Adolfo Suárez no pudo reconocerlo pero afirmó que debía ser alguien que lo apreciaba mucho porque se mostraba muy atento y cariñoso. En ese momento le entregaron el Collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro, la condecoración más importante que otorga la Casa Real.
En 2009 Adolfo Suárez se vio obligado a ingresar en el hospital debido a una afección pulmonar, un problema del cual se recuperó pero que recientemente ha vuelto a arrancarle de los brazos de su familia. En la actualidad permanece ingresado. El 21 de marzo de 2014 su hijo Adolfo Suárez Illana comunicaba en rueda de prensa que debido a la neumonía y su enfermedad neurodegenerativa, su estado de salud era irreversible.